En la sociedad actual, todo lo que falla o presenta un desperfecto, tiende a ser desechado o descartado, pues es más económico e incluso instantáneo, adquirir un aparato nuevo. Esta tendencia también se observa en el plano emocional, donde las relaciones humanas pasan a ser cada vez más superficiales y descartables.
La mantención y cuidado constituye en nuestros días una actividad que recibe un estatus inferior en nuestra sociedad; se lo percibe como el “trabajo sucio” en una sociedad que tiende a vanagloriar más que nunca la innovación y la creación permanente.
En un momento dominado por el hiper – consumo y la ligereza, se nos dice que la mantención no fabrica, no agrega valor. O dicho en otros términos, la mantención no forma parte de lo que hoy se denomina la “clase creativa”.
Entonces podríamos plantearnos la pregunta ¿la sociedad de consumo ha afectado el acto de reparar? Buscando responder aquella interrogante, sugiero una reflexión. Por esta razón, en este video la atención se focaliza en la metáfora de elementos significantes definidos, tales como; Vida – Trabajo y Oficio, Zapatero – Zapato y Persona, Lesión –Costura y Reparación, Pérdida – Recuperación y Aprendizaje.