En ILEGAL, Ricardo Hernández invita a cuestionarnos qué significa ser etiquetado como “Otro”, ser visto y considerado menos y existir en los márgenes de la sociedad.
¿Quienes definen estos términos y cómo se reflejan en nuestro mundo en constante cambio?
¿Permite la condición de ilegal la explotación de los trabajadores migrantes? ¿Por qué el consumo de cannabis está permitido en algunos países y en otros nó? ¿Por qué en algunos países la homosexualidad constituye un delito?
Para su muestra en NOVELLA, Hernandez investigó registros públicos de su Chile natal, encontrando muchos casos de aquellos que vivían en la marginalidad, tales como adictos, prostitutas, proxenetas, mulas de drogas, activistas de distinta índole e inmigrantes ilegales, tenían un alto riesgo de ser abusados y/o brutalmente asesinados, ya sea en manos del racismo, el sexismo, el crimen común o la violencia étnica. En estas muertes, el nivel de violencia fue tal, que se hizo necesario acudir a los registros dentales para identificar los cuerpos.
En un esfuerzo por humanizar a las víctimas y a la vez proteger sus identidades, Hernandez efectuó serigrafías a partir de las radiografías panorámicas tomadas a los cadáveres.
Estas imagenes son un registro palpable que no sólo afirma sus identidades como marginales, sino que también afirma que una vez vivieron.
Además de estas serigrafias, en la muestra también hay pinturas al óleo, en las cuales Hernandez utiliza modelos vivos, que recrean obras maestras de la pintura universal. Así, el artista se apropia de pinturas clásicas de Tiziano, Leonardo da Vinci y Jan Van Eyck entre otros, para insertar los rostros de sus modelos en aquellos de estas afamadas obras. Las nuevas pinturas, son un homenaje a las víctimas de estos crímenes brutales.

De este modo el artista re-interpreta antiguas imágenes icónicas, bajo la luz de su propio cuestionamiento.